FUPSI: historia

De la Psicoterapia y los Psicoterapeutas en el Uruguay de hoy

Psicología, Psiquiatría y Psicoterapia. Antecedentes y proceso histórico.
La Psicoterapia en el Uruguay ha estado tradicionalmente vinculada a la psiquiatría y a la psicología. La psiquiatría constituye un postgrado de la carrera de Medicina y su ejercicio se encuentra reglamentado. Sin embargo no ha sucedido lo mismo con la carrera de psicología.

Psicología
No podríamos entender el estado actual de la psicoterapia sin necesariamente hacer una referencia al desarrollo de la psicología, que tiene su inicio a principios de la década del 30.
En el año 1933, surge el primer Laboratorio de psicopedagogía, unido a la enseñanza normal, cosa que también sucedió en Argentina: la psicología ligada a la pedagogía. Desde entonces hasta ahora varias personalidades destacadas trabajaron dedicadamente para desarrollar programas de psicología, tendientes a que ésta fuera considerada una profesión universitaria.

La carrera en principio se desarrollaba dentro del ámbito de la Facultad de Humanidades y Ciencias como Instituto de Psicología (1956) hasta que en el año 1973, con el golpe de estado, se produce el cierre de la Universidad. Progresivamente las diferentes Facultades y carreras fueron siendo habilitadas, salvo Psicología, la cual recién en el año 1978 reinició sus cursos como Escuela Universitaria de Psicología.

Hasta el año 1973 la Psicología era resorte de la Universidad de la República, a partir de la apertura de la Escuela Universitaria de Psicología, pasó a depender del Ministerio de Educación y Cultura.
En el año 1984, la promulgación de la Ley que reconoció la enseñanza privada a Nivel Universitario y Terciario dio lugar a que los institutos privados de enseñanza de psicología ya existentes, comenzaran a tramitar sus respectivos reconocimientos y habilitó el surgimiento de nuevos institutos privados dedicados a la enseñanza de la psicología.

En el año 1985, la Escuela de Psicología, se transforma en el Instituto de Psicología de la Universidad de la República (IPUR), y en el año 1995 pasa a constituirse en lo que es actualmente: Facultad de Psicología de la Universidad de la República.
Sin embargo, no fue sino hasta el año 1999 que se reglamentó el ejercicio de la profesión. El 17 de agosto de 1999, se promulgó la Ley nº 17.154 (del Psicólogo). De acuerdo a esta ley, los únicos títulos habilitantes de la profesión de psicólogo, serían los expedidos por las únicas dos Facultades de Psicología que existían en el país: la Pública, de la Universidad de la República (UDELAR) y la Privada, Universidad Católica del Uruguay (UCU). Por lo tanto los únicos títulos habilitados para ejercer como psicólogos serían sus egresados.
Con posterioridad a la aprobación de esta Ley que le otorgó rango universitario a la carrera, los antes titulados psicólogos reciben el título de Licenciados. Tanto los psicólogos como los licenciados, una vez egresados de la Facultad de Psicología se encuentran habilitados legalmente para cumplir sus funciones.
El hecho de que esta Ley (nº 17.154) no reconociera a los institutos privados, ni a sus egresados, generó un fuerte malestar y preocupación en un número bastante importante de psicólogos egresados de ellos. Al no haber sido considerados en la ley, se sintieron

lesionados ya que la misma atentaba contra sus fuentes de trabajo, puesto que les impediría ejercer, generándoles fuertes perjuicios tanto económicos, como éticos y legales. Este grupo presentó sus reclamos ante autoridades del Parlamento y, el Ministerio de Educación y Cultura creó una Comisión Especial para estudiar los antecedentes de quienes estaban en dicha situación a los efectos de expedirles un título habilitante.
Finalmente el MEC habilitó como Psicólogos a todos aquellos postulantes que cumplían con los criterios establecidos por la mencionada Comisión Especial.
Estos títulos, fueron otorgados por el Ministerio de Educación y Cultura, a diferencia de los de Licenciado que son otorgados por la Universidad de la República, por lo cual no son títulos de nivel universitario sino de nivel terciario. Esto significa que en nuestro país hay dos títulos que habilitan para el ejercicio de la psicología. Pero ninguno de ellos forma para el ejercicio de la psicoterapia.
Para complejizar aún más este panorama, en el año 2006, la Cámara de Diputados aprobó un proyecto modificativo de la 17.154, que significó una decisión trascendente y de riesgo, ya que hacía posible, por segunda vez, la habilitación de títulos que habían sido expedidos por institutos privados que continuaron con sus actividades formativas con posterioridad a lo dispuesto por la norma madre para el ejercicio de la profesión.

Psiquiatría
La psiquiatría constituye un postgrado de la carrera de Medicina y su ejercicio se encuentra reglamentado
Pero el psiquiatra es un médico cuya especialización no lo capacita “per sé” para ejercicio de la psicoterapia, ya que dicho post grado no cuenta, curricularmente, con formación en Psicoterapia.
Sin embargo, vale decir, que la actualidad se realiza un “Programa de Psicoterapia en Servicios de Salud”, convocado por las Cátedras de Psiquiatría de la Facultad de Medicina. Se trata de un programa muy ambicioso y completo que se brinda a los post grados de psiquiatría pero que, al no haber obtenido hasta el momento, la aprobación del Consejo Directivo Central, no es considerada una Diplomatura.

Del programa participan 5 líneas teórico técnicas. Consta de un “Ciclo Básico” de dos años de duración, con una carga horaria aproximada a las 400 hs.- que aspira a ser obligatorio en la currícula del postgrado de psiquiatría y es de carácter optativo para los psicólogos con menos de cinco años de egresados. Luego ofrece un “Ciclo de Especialización”, optativo, también de dos años, en el cual el estudiante puede elegir alguna de las líneas que integran el programa.
A pesar de no haber sido aprobado aún como Diplomatura el programa se viene llevando adelante, con un importante esfuerzo docente, mayormente honorario, desde el año 2004. Por él han pasado cuatro generaciones (aproximadamente 187 alumnos).
Pero, lo cierto, es que, más allá de las aspiraciones de psicólogos y psiquiatras, y de las respectivas Facultades, la realidad es que hoy por hoy en Uruguay, la Universidad de la República no forma psicoterapeutas.

La Psicoterapia y la formación de los psicoterapeutas.

Tempranamente en Uruguay, se planteó un conflicto con respecto a quienes podrían ejercer la psicoterapia. En principio los psiquiatras se abrogaban ese derecho y postulaban que los psicólogos debían trabajar bajo su supervisión. Luego, los psicólogos luchaban por el predominio en el tema.

Actualmente la psicoterapia es ejercida fundamentalmente por psiquiatras y psicólogos, aunque en algunas corrientes también es ejercida por otros profesionales.

Sabemos de la fuerte influencia académico-cultural proveniente de Europa, particularmente de Francia, que el Uruguay ha recibido, por lo cual el psicoanálisis ha sido desde muy temprano y tradicionalmente el modelo imperante en los ámbitos académicos. Esto llevó a que, en nuestro medio, se produjera una cuasi identificación de psicoterapeuta con analista o psicoanalista.
Ya entrada la década del cincuenta comenzaron a perfilarse, fuera de los ámbitos de formación oficial, con poca fuerza al principio, otros paradigmas que, de alguna manera, se han ido afianzando en el área de la psicología. Nos referimos a escuelas tales como la Psicodramática, Conductista, Cognitiva, Sistémica, Gestáltica, Existencial, Lacaniana, Junguiana, etc.

Una de las vertientes de acceso a la Psicoterapia es la Facultad de Psicología, en la cual ha prevalecido el modelo psicoanalítico, ya que los referentes de alguno de los otros modelos, cuentan con escasa carga horaria dentro de la currícula de grado.
La otra vertiente de ingreso a la psicoterapia es la Facultad de Medicina, cuyos egresados pueden realizar una especialización de postgrado en Psiquiatría, pero también en este caso dicha formación no cuenta, curricularmente, con formación en Psicoterapia, aunque sí tiene el “Programa de Psicoterapia en Servicios de Salud”, de la Facultad de Medicina.
Por tanto, ni psiquiatras, ni psicólogos tenían la posibilidad, dentro de sus respectivos ámbitos universitarios, de realizar cursos de formación en psicoterapia.

Profundizando más, ni los unos ni los otros están formados – más allá de que legalmente estén habilitados- para la función de psicoterapeutas. La habilitación que legaliza su práctica deberá ser ajustada al ejercicio de la psiquiatría o de la psicología en su caso, pero no al ejercicio de la psicoterapia.
La psicoterapia requiere de una formación específica, que no está incluida ni en la formación de los psiquiatras ni en la de los psicólogos.

Esta carencia, que antes fue ausencia de posibilidades de formación, generó un vacío que vino a ser ocupado por las Sociedades Científicas representantes de los diferentes modelos teórico técnicos de Psicoterapia, las que a nivel privado, y con muy diferentes exigencias y requisitos comenzaron a formar dentro de su línea, a quienes estuvieron interesados en el modelo
Históricamente la psicoterapia ha ido desde la formación autodidacta a los grupos de estudio nucleados alrededor de alguna personalidad más o menos destacada de nuestro medio o del extranjero, pasando por seminarios, talleres, cursillos y cursos más abarcadores y estructurados. Actualmente está, fundamentalmente, a cargo de las Sociedades Científicas, que encaran desde los diferentes modelos teóricos técnicos, la formación de psicoterapeutas
Dado que estas instancias formativas responden, como no podría ser de otra manera, a diferentes criterios, sus propuestas difieren también en su estructura: pre-requisitos, requisitos, contenidos temáticos, carga horaria y exigencias generales, etc. en función de quien los imparte.

La mayoría de estas Sociedades tienen el respaldo de otras Asociaciones Internacionales, muchas cuentan con el reconocimiento del Ministerio de Educación y Cultura, dentro de cuyo marco deben contenerse, y la correspondiente habilitación del Ministerio de Salud Pública, encargado de la salud mental en el país. De acuerdo a normativas internacionales vigentes, estos cursos de formación constituyen verdaderos cursos de postgrado.

Dado que existen tan diversas modalidades de formación, con diferentes criterios y exigencias, cabe preguntarse: ¿Es necesario ser psicólogo o psiquiatra para poder formarse como psicoterapeuta? Una pregunta sobre cuya respuesta recién ahora está habiendo cierto grado de consenso. Hay diferentes posturas sobre este particular: Quienes afirman que sí es necesario, defienden la postura de que la psicoterapia es un postgrado y excluyen a todos aquellos que se han formado pero no tienen título universitario de psicólogo o psiquiatra previo a dicha formación. También dentro de esta postura hay variantes ya que algunos sostienen que el título de grado debería ser el de psicólogo o psiquiatra, mientras que otros aceptan otros títulos, por ejemplo, médico, asistente social, etc.

Por otra parte, hay Sociedades que no consideran el título de grado como requisito necesario y por lo tanto, forman psicoterapeutas que no tienen título universitario.
Dentro de este variado panorama resulta fácil entender las dificultades que se presentan a la hora de intentar consensuar sobre el tema.
Aunque los niveles de formación de los psicoterapeutas presentan diferencias significativas, la diversidad debe ser fuertemente respetada y, sí podemos consensuar sin dificultad, que nadie puede conocer mejor su modelo teórico y de trabajo que la Sociedad Científica que lo representa y que es por lo tanto la más capacitada para formar a sus psicoterapeutas.

No obstante, se ha comenzado a recorrer un camino que permite alentar expectativas positivas al respecto. Desde hace ya unos años, los representantes de las diferentes escuelas tienen una mayor apertura para aceptar las diferencias, y, en función de los apabullantes resultados de las investigaciones de las últimas décadas, están bien dispuestas a acentuar las coincidencias, los factores comunes. Esto ha permitido visualizar a cada modelo en sí mismo, sin extrapolaciones inconducentes y confrontaciones inútiles.
Pero el desarrollo de los hechos referidos implica y explica también que a lo largo de estos años se haya ido perfilando un panorama complejo y muy heterogéneo en relación la formación de los psicoterapeutas.

Ser Psicoterapeuta en el Uruguay hoy. Un poco de historia.

En julio del año 1998, en el marco del Congreso de la SIP en San Pablo plantean comenzar a trabajar en Uruguay con la finalidad de formar una Asociación de Psicoterapia, que a su vez integraría una Federación Latinoamericana de Psicoterapia, la cual a su vez estaría bajo el paraguas del Consejo Mundial de Psicoterapia, radicado en Viena. El Consejo Mundial estaba favoreciendo la creación de cinco Federaciones, una por continente, a las cuales se integrarían las Asociaciones de la mayor cantidad de países de cada continente.

En noviembre de 1999 se realizó en Buenos Aires el 1er.Congreso Argentino y 1ero. Latinoamericano de Psicoterapias. Allí había representantes de Chile, Brasil, México, Venezuela, Ecuador y, por supuesto, Argentina. Los países presentes suscribieron el Acuerdo de Acta Fundacional de la Federación Latinoamericana de Psicoterapia y acordamos que los congresos se realizarían anualmente en diferentes países. Así el siguiente quedó fijado para Santiago de Chile en el 2000.
Primero fue SUAMOC quien convocó a todas las asociaciones científicas a una reunión para informarles sobre la situación, sobre el evento de Chile y para solicitarles su apoyo y su respaldo para suscribir, en representación de Uruguay, el Acta Fundacional de la Federación Latinoamericana de Psicoterapia. Eso permitió que Uruguay fuera uno de los países fundadores de la naciente Federación Latinoamericana de Psicoterapia.

A partir de allí se fueron acercando más personas, de varias líneas de trabajo, a las reuniones y a trabajar con la idea de fundar la Asociación Uruguaya de Psicoterapia.
En el ínterin hubo los congresos anuales: 2001 en Ecuador, 2002 en Porto Alegre. En esa ocasión pudimos participar con un contingente interesante de 13 personas. Llegado el mes de noviembre del 2003, en ocasión del VI Congreso Latinoamericano realizado en Caracas, Venezuela, ya tenían sus Asociaciones: Argentina, Chile, Brasil, Ecuador, Panamá, Perú y, por supuesto, el país sede, Venezuela. 13 fueron las Asociaciones que se interesaron y designaron representantes que trabajaron para establecer los estatutos que nos regirían como Federación Uruguaya de Psicoterapia (FUPSI).

Finalmente, luego de varios años de recorrer un intrincado camino lleno de dificultades que iniciáramos en julio de 1999, el 3 de junio de 2004, se fundó en Montevideo, en la Agrupación Universitaria del Uruguay, la Federación Uruguaya de Psicoterapia (FUPSI) que hoy nuclea a dieciocho Instituciones Científicas, que forman psicoterapeutas.

En la Actualidad:
Las Instituciones que hoy día integran FUPSI, son: AGORA –Psicoterapia Psicoanalítica Focal, APU –Asocicación Psicoanalítica del Uruguay, APPIA – Asociación de Psiquiatría y Psicopatología de la Infancia y la Adolescencia, AUDEPP- Asociación Uruguaya de Psicoterapia Psicoanalítica, AUPCV, Asociación Uruguaya de Psicoanálisis de las Configuraciones Vinculares, ATEFAS- Asoc. De Terapia Familiar de Sistéminca, CASTALIA -Sociedad para el Estudio Psicoanalítico de los Procesos Colectivos, Centro de Psicoterapia adleriano, Centro ENCUENTRO de Psicoterapia Guestáltica, CEMEPSI-Centro Médico Psicoanalítico, CELAE –Centro Enseñanza de Logoterapia y Análisis Existencial, Clínica UNO, Clínica Garbarino, FUCOT- Federación Uruguaya de Comunidades Terapéuticas, Centro de LOGOTERAPIA, SUAMOC – Soc. Uruguaya de Analisis y Modificación de la Conducta, SUPA- Sociedad Uruguaya de Psicología Analítica, SUPNIE- Soc.Uruguaya de Psiconeuroinmunoendorinología, SUPPIA, Soc. Uruguaya de Psiquiatría y Psicoterapia de la Infancia y Adolecencia, AGU –Asociación Guestáltica del Uruguay, SPR – Capitulo Uruguayo de la Society for Psychotherapy Research.

¿Qué tienen en común las Instituciones integrantes de FUPSI?

  • Son instituciones dedicadas al ejercicio y/o la formación en psicoterapia.
  • Están integradas por profesionales universitarios.
  • Se registraron ante el MEC como asociaciones civiles sin fines de lucro con personería jurídica.
  • Consideran que la psicoterapia es un trabajo profesional que requiere una formación específica.
  • Tienen una visión de la psicoterapia como un derecho universal a la asistencia en salud mental que debe, como imperativo ético, estar basada en conocimientos científicos y una sólida formación personal y profesional del psicoterapeuta.

Desde la Federación Uruguaya de Psicoterapia se procura fortalecer la psicoterapia, teniendo en cuenta que es la forma de tratamiento vinculado a la salud que ha recibido más validación científica, buscando con esto también generar un Sistema de Acreditación y un Registro Nacional de Psicoterapeutas que nos respalde y a la vez, protejan al usuario en sus derechos. También, a través de las actividades científicas.

interinstitucionales la FUPSI desarrolla idoneidad y personería suficiente, como para convertirse en interlocutor válido de consulta en decisiones públicas sobre actividad profesional de sus instituciones miembros: la Psicoterapia.
Desde su fundación, nuestra Federación se ha constituido en un espacio de coordinación de las Asociaciones Científicas que la integran, que trabaja, para impulsar el desarrollo de la Psicoterapia con una visión integradora., jerarquizando los aspectos comunes sobre las diferentes propuestas teórico técnicas. Este espacio favorece el encuentro, el intercambio y el mutuo fortalecimiento interinstitucional generando un respeto mutuo entre las diferentes Instituciones miembro.

FUPSI ha organizado varias actividades de presentación de materiales clínicos que fueron discutidos desde diferentes enfoques que resultaron muy enriquecedores.
Ha organizado en el pasado mes de setiembre 2007, el VII Congreso Latinoamericano de Psicoterapia, Primero Uruguayo, en el que Uruguay fue, por tres días, sede y anfitrión de psicoterapeutas provenientes de diferentes países de Latinoamérica y de Europa, con los cuales generamos un fructífero intercambio académico que, sin duda, contribuyó al fortalecimiento de la psicoterapia y los psicoterapeutas.

Desde la Federación Uruguaya de Psicoterapia sabemos que la psicoterapia, es la forma de tratamiento vinculado a la salud que ha recibido más validación científica, y buscamos también generar un Sistema de Acreditación y un Registro Nacional de Psicoterapeutas que protejan al usuario en sus derechos. También, aspiramos a convertirnos en interlocutor de consulta en decisiones públicas sobre actividad profesional de sus instituciones miembros: la Psicoterapia.

La Federación Uruguaya forma parte del Consejo Mundial de Psicoterapia, -WPC- que es un Órgano Asesor de las Naciones Unidas. En nuestro continente la FUPSI integra la Federación Latinoamericana de Psicoterapia, tiene representantes en su Comisión Directiva y Fiscal., y, en su seno, aspira a respaldar y contribuir a mejorar los estándares de formación de los psicoterapeutas y la Psicoterapia en el Uruguay.
En su corta vida, FUPSI ha realizado avances concretos en pos de la consecución de sus objetivos.

En ese sentido hemos trabajado en coordinación con todas las instituciones miembro en la elaboración de un Documento aprobado en su formato definitivo en la Asamblea General Extraordinaria del 4 de diciembre del 2006, donde se establecen las “Normas mínimas para la formación de psicoterapeutas acreditados por la Federación Uruguaya de Psicoterapia (FUPSI)”.
Estas son normas de regulación interna, están referidas a la formación en psicoterapia que deberán observar los miembros de las instituciones que integran FUPSI. En absoluto refieren al ejercicio de los profesionales que no pertenecen a ninguna de dichas instituciones ya que cualquier reglamentación del ejercicio profesional, por su carácter restrictivo que afecta el derecho al trabajo, sólo puede surgir en un marco legal.

CERTIFICADO URUGUAYO DE PSICOTERAPIA
Para facilitar el acceso a los estándares de formación requeridos, FUPSI organiza cursos, cada uno a cargo de las diferentes líneas teórico-técnicas que la integran, Ateneos clínicos, Encuentros y Conferencias sobre diferentes tópicos de interés.

Las Normas Mínimas de formación aprobadas, habilitan a aquellos psicoterapeutas que cumplan con los requisitos establecidos en ellas, a solicitar, con el aval de la Asociación a la que pertenecen, el que expide Certificado Uruguayo de Psicoterapia. El mismo podrá posteriormente, ser refrendado luego por la Federación Latinoamericana de Psicoterapia y contará con el aval del Consejo Mundial de Psicoterapia.

3 de junio: Día del Psicoterapeuta
Desde el año 200 FUPSI ha comenzado a certificar psicoterapeutas. Desde el año 2009, la entrega de los mencionados Certificados se realiza en un Acto Académico, el 3 de junio, el día del Psicoterapeuta.
En el año 2009 y 2010 las actividades conmemorativas han sido auspiciadas por los Ministerios de Cultura y de Salud Pública, por la Intendencia Municipal de Montevideo y han sido declarados “de Interés Nacional” por la Presidencia de la República, en cuyo Salón de Actos se han realizado las mismas.

En las dos ocasiones los Ministros, Dra. Ma. Julia Muñoz (2009) y el Ec. Daniel Olesker (2010), han participado en el evento haciendo uso de la palabra.
El Correo del Uruguay ha acuñado un sello conmemorativo del Día del Psicoterapeuta en el año 2010.

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